El Blog de Gerard Garcia-Gassull

Cómo hacer una revisión fiscal para auditoría



El propósito de una revisión fiscal es determinar la existencia de posibles riesgos fiscales incurridos por una compañía, proceder a la determinación de su cuantía y de la posibilidad de que ese riesgo fiscal sea relevante en el curso de una hipotética inspección tributaria. 

Se califica como riesgo fiscal cualquier decisión tomada por la compañía, por acción u omisión, que comporte un cumplimiento defectuoso o un incumplimiento de sus obligaciones tributarias. 

Al riesgo fiscal se le denomina también como contingencia o pasivo. El término contingencia es más propio de la conversación con otros tributaristas mientras que el de pasivo lo es de los auditores (ya que para un auditor los tres escenarios de su análisis son activos, pasivos y cuenta de pérdidas y ganancias).

Dado que estamos pensando en una revisión fiscal como apoyo a una auditoría contable lo más recomendable es llevarla a término siguiendo el Plan General de Contabilidad (PGC).

Entender el aspecto contable de cualquier colaboración con auditores facilita la comunicación y la comprensión mutua. Además, hay que adaptarse a las necesidades del auditor pues es para él para quien se realiza esta labor. Como resultado de la misma el auditor podrá determinar si el conjunto de activos y pasivos están suficientemente bien reflejados en el balance de la compañía o si la administración de la misma debe tomar alguna provisión para hacer frente a riesgos latentes. 

Si vamos a analizar la compañía siguiendo el PGC debemos comenzar por analizar si los recursos propios han atendido las obligaciones fiscales que les son propias. Desde la reforma del Impuesto sobre Operaciones Societarias este análisis se ha simplificado por la parte de las dotaciones (las partidas de capital social, prima de emisión y aportaciones de socios y accionistas para compensar pérdidas son operaciones sujetas pero exentas). 

Sin embargo, resulta obligado respecto de las reducciones de capital y devoluciones de prima de emisión (ya que puede conllevar retenciones a cuenta además del impuesto sobre operaciones societarias para la reducción de capital). 

Respecto de los pasivos ajenos, habrá que revisar si para el caso de que se haya previsto una retribución se está aplicando la retención correspondiente, la que resulte del Convenio Fiscal o, en su defecto, de la Ley aplicable. 

En definitiva, la revisión fiscal para auditoría es una herramienta imprescindible que permite tomar decisiones y minimizar los riesgos ante una futura inspección tributaria.

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