"De la nada al todo" Convenio para evitar la Doble Imposición entre España y Andorra

Finalmente se ha ratificado el Convenio Fiscal completo de Andorra con España.  Ha sido en el pasado mes de febrero de este año (2016), con el objetivo, tal y como se describe en el propio Convenio, de promover el desarrollo de las relaciones económicas entre ambos países y mejorar la cooperación en materia fiscal. 

Resulta muy llamativo como las relaciones entre ambos países han pasado de la nada (o prácticamente la nada) al todo.

La colaboración comenzó tibiamente a partir de la ratificación del Convenio para el Intercambio de Información Tributaria ratificado en el año 2010, eso supuso el primer paso para abandonar la “nada”.

Antes, las peticiones de colaboración desde España a Andorra no disponían ni tan siquiera de cauce legal para su tramitación. Después de la ratificación de ese primer Convenio las cosas no fueron mucho mejor al principio. Motivado sobre todo por el ridículo régimen sancionador andorrano para los supuestos de falta de colaboración con sus propias autoridades. Pero sucedió el gran escándalo político en España por asuntos con mucha relevancia en prensa y los servicios sospechosos para el Tesoro americano de uno de sus bancos, y la colaboración no pudo negarse. 

Ahora ya tenemos el Convenio Fiscal completo y la verdad es que no se convierte en un gran convenio ya que es menos competitivo que otros ratificados por España con países comparables con Andorra, me refiero a los Convenios con Malta, Chipre, Hong Kong, Panamá, Uruguay y Trinidad y Tobago. 

En todos esos Convenios la retención sobre royalties, intereses y dividendos es altamente favorable (al 0%) mientras que el caso de Andorra dispone de una retención mínima del 5% incrementada al 15% en ciertos casos. 

Se trata realmente de una penalidad al vecino cercano que por décadas fue el refugio de los fondos no declarados de españoles. El inconveniente no es menor para las relaciones entre ambos países, en concreto, para las inversiones en España de los potentes family offices andorranos. 

Aunque se trata de sólo 10 grandes familias la capacidad de inversión de esos family offices y de los bancos andorranos no es nada despreciable. De momento se les obliga a triangular a través de Malta (la via más moderna) y de Holanda (la vía clásica) elegida por los andorranos para internacionalizar sus inversiones.  

Ahora bien, si los nuevos criterios de la OCDE se imponen y los Convenios pasan a incluir la cláusula de “limitation of benefits” al estilo de los norteamericanos, ese Convenio habrá que renegociarlo o a la inversión andorrana España dejará de interesarle.